La banda británica empezó a dar señales de su esperado nuevo disco con este single adelanto. A primera escucha Crying Lightning no sorprende demasiado, pero deja algunas cosillas interesantes: la voz de Alex Turner suena más reposada y oscura, menos urgente que en sus primeros discos, y luego la bases y el riff tienen cierta luminosidad bailable quizás cercana a los Franz Ferdinand. Veremos que sucede con el resto del disco, pero sin dudas suenan tan afianzados y grandes, como menos desprolijos y calientes. La era de la madurez le llegó a los monos articos, y el tiempo dirá si el efecto The Strokes también se repetirá en ellos.
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