Hoy canciones y cine: Pixies cierra El Club de la Pelea


El cine tiene una relación más directa con la música. De hecho la usa como un recurso más, a veces como parte indivisible del relato, otras es sólo un golpe de efecto o un relleno sonoro y en casos más extremos hasta se somete a ella. Casi en el centro de estos puntos cardinales descubrimos esta fundamental canción.

En 1999 se dio un caso llamativo, dos grandes estrellas en imparable ascenso se peleaban literalmente por el mismo papel, pero no antes sino durante la película, en una nueva versión libre de Jeckyl & Hide. Y es muy posible que gracias a ese duelo actoral
El Club de la Pelea haya alcanzado su objetivo a pesar de todo. Es cierto que está llena de clichés, que puede ser solo entretenimiento hollywoodense o que su mensaje parezca básico, pero es innegable que fue un intento por lo menos interesante de retratar lo que fue el embole de los 90, el supuesto ocaso de una década light. Y es justamente por sus propias pretensiones, proponer cierta crítica desde el especáculo mismo, corría el riesgo de diluirse y terminar mordiéndose la cola, por eso necesitaba un gran final, el mejor posible. Es ahí, mientras Edward Norton con la mejilla abierta por un disparo que él mismo se dio y Los Angeles derrumbándose por la ventana, mira a su novia y le dice “me conociste en un momento muy extraño de mi vida” cuando entra Where is my mind a salvar cualquier tipo de fisura. Y aunque la elección pueda resultar obvia, el tema es tan fuerte que es oportuno e indispensable a la vez.

Esta canción nos llevó a redescubrir Surfer Rosa aquel primer larga duración de los Pixies que tenía a Gigantic como tema fuerte mientras guardaba esta energética gema en un segundo lugar. Where is my mind se convirtió en uno de esos temas que volvemos a decubrir cada vez que lo escuchamos.