
Con There is no Enemy se produjo el regreso de esta clásica corporación del indie americano, con el antecedente de continuar el camino marcado por su guitarrero inflamable antecesor llamado You in Reverse. Luego de varias escuchas tenemos que decir que el disco nos gustó y nada más. Se nota que bajaron algún cambio y que las enormes cantidades guitarras sobregrabadas aportaron más juego en el estudio de grabación casero que montó la banda, de lo que realmente transmiten en el disco. Pero todo grupo con una voz particular como la de Doug Martsch, tiene un as en la manga y siempre te hace sentir que estás escuchando algo distinto.
Compartimos con ustedes la canción a la que volvimos una y otra vez, y podemos definirla quizás como la más complaciente del disco, pero a tanta redondez es difícil no entregarse. Además Planting Seeds nos hizo pensar en que Andrés Calamaro quizás se merezca un disco cancionero tocado por una vieja banda de chamanes del indie como Built To Spill.