
Dos años después de su primera visita a la Argentina, The Killers volvió a tocar en Buenos Aires. La cancha de rugby de GEBA fue el escenario para que 25.000 personas disfrutaran y bailaran al ritmo de Brandon Flowers y los suyos. Todo arrancó un rato antes, con Cuentos Borgeanos como teloneros que aprovecharon para presentar su reciente CD: Psicomágico. Abril Sosa le puso toda la garra y las ganas para que ser "soporte" no se torne insoportable para el público. El entorno no lo ayudaba mucho: los equipos de los Killers estaban tapados por bolsas negras para evitar cualquier mojadura ante la amenaza de lluvia. Así y todo, Cuentos Borgeanos dio un muy buen show y dejaron al público listo para recibir a los de Las Vegas...
Antes de que el reloj marcara las 21:45 un sonido oscuro empezó a tomar fuerza hasta que las siete pantallas verticales que ocupaban el fondo del escenario comenzaron con la cuenta regresiva. 10, 9, 8....1, 0!! The Killers al escenario y los primeros acordes de Human que empezaban a sonar. El público ubicado en el campo respondió a los saltos y gritos, dejando en claro que habían venido a disfrutar.
Una contra: el sonido tuvo serios problemas de saturación y por momentos a Flowers era casi imposible escucharlo cantar. Un buen ejemplo de lo mal que sonó fue que muchos nos dimos cuenta que había un saxo en el escenario cuando el director lo mostró en la pantalla gigante...
El listado de temas recorrió principalmente Day & Age, el último CD de la banda que data de 2008. Flowers se dio el gusto, a mitad del show, de sentarse al piano y arrancar con una versión acústica y solitaria de Human, justo antes de que sonara Sam's Town. Otras perlitas fueron un fragmento de Can’t Help Falling In Love de Elvis Presley seguido por Shadowplay de los Joy Division.
Para Smile Like You Mean (Hot Fuss - 2004), apareció en escena un violín que acompañó a Brandon en el piano hasta que la canción fue tomando fuerza y potencia, terminando en la versión grabada en el disco.
Justo antes de los bises llegaron Mr Brightside y All These Things That I've done que dejaron en claro la frase que da título al post: el rock también se baila. El campo ardía, el barro que saltaba desde abajo de las protecciones de plástico del piso no le importaba a nadie. Todos estaban ahí para saltar, cantar y bailar. Desde el escenario Brandon Flowers era el foco de energía, dejando a la vista de todos las venas de su garganta mientras cantaba cada uno de los temas elegidos para este show. Mark Stoermer (bajo), Dave Keuning (guitarra) y Ronnie Vannucci (batería) no se extrapolan ni parecen alterarse, pero en ningún momento desentonan y sirven de soporte musical para la adrenalina que transmite el cantante.
Los bises trajeron un poco de efectos especiales: bengalas, fuegos artificiales y papelitos para terminar cerrando con When You Where Young (Sam's Town - 2006). Fin, otra vez el sonido oscuro del principio, pero esta vez para marcar el final. Las luces del estadio muestran mucha gente embarrada y salpicada, pero todas son caras felices. The Killers los había pasado por arriba.
Crónica: Orly