Me acuerdo perfecto cuando encontré La óptica espacial desde el corazón (2003) en una disquería que no existe más. En ese momento pensé El Robot hace canciones que cualquiera podría hacer pero que nadie hace. El pensamiento no era un hallazgo y por supuesto estaba equivocado, no hay canciones que cualquiera pueda hacer, las hace quien las hace. Pero hoy encuentro A dolores que percibió la grandeza, nuevo disco de El robot bajo el agua, de casualidad en un blog que no sigo y sin querer vuelvo a pensar lo mismo. Y ese disco empieza así A puro muñeco, una buena canción para escuchar mientras nos tiramos de bomba, con perdón de la obviedad.
Hay algo reciente, insólito, en esas tumbadoras, el ambiente zoológico, las palmas contentas y las voces pequeñas que contrastan con el ritmo cansino de una guitarra que rebota en cámara lenta. Todo eso hace de A puro muñeco una de sus canciones más espirituosas y ambientales que en su letra se define así, calma, no hay apuro alguno, y sin embargo tanta leña le diste que no hay quien la pare ahora. El tema abre A dolores pero no marca tanto el tono del disco como La moto con ese humor que de tan naif pasa por entrañable. Casi siempre leer lo que los músicos ponen en la parte de Influencias de sus myspaces no sirve para nada, ponen demasiadas o aprovechan para hacerse los cómicos. Pero a veces, como en el caso de Nicolás Kramer dicen algo que lo dice todo, aunque mienta; Influencias: el sonido de tu corazón.
01 A puro muñeco by Amodescubrircanciones