Grazzie, por Iván Dessau


Por darme el Spinetta que venía buscando con ese último gol (que no por nada es un apellido italiano).
Por recuperar la emoción perdida en el futbol (los últimos diez minutos fueron Fellinescos).
Por ser consecuentes. No merecían pasar a octavos y no pasaron.
Por las lágrimas de Cannavaro.
Por la justicia poética (la copa 06 fue casi un hurto)
Por Sofía Loren.
Por la pizza (la pasta es un invento chino, otro hurto)
Pero sobre todo, por esta, la mejor canción italiana que escuché en mi vida.



Foto: AFP