Epílogo y prólogo


Sensación rara en estas líneas. La de despedir y descubrir en un mismo botón de play. La semana pasada con una fiesta dio por terminada su existencia el sello chileno Cazador, responsable de muchas de las buenas canciones trasandinas que compartimos. Pero en su último suspiro editaron el segundo disco de la banda La Reina Morsa, Hijos del hombre. Entonces no hay un chau melanco, hay unos dedos marcando tempo, una melodía cansina y dos chicos cagándose de la risa.



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