Un gran plan en estos días es tomar la bicicleta, salir por las calles oscuras de un pueblito americano y poner play en el walkman a este nuevo tema de Arcade Fire. Tranquilos, con ese groove es probable que el monstruo se relaje y nos deje recorrer unos kilómetros en paz. Casi como un adelanto de la temporada 2 de Stranger Things, esta vuelta de la superbanda canadiense nos sumerge en esa década de luces coloridas en el guardabarro y poco dilema existencial.